"Cada célula de tu cuerpo reacciona a todo lo que dice tu mente."
El ser humano manifiesta a través de su cuerpo todo aquello que vive, tanto de forma interna como externamente. Nuestro cuerpo es nuestra manifestación vital, es el vehículo con el cual nos conectamos con el mundo y formamos parte en el proceso evolutivo de éste. Si todo aquello que nos sucede externamente afecta nuestra parte interna, también es lógico pensar que todo aquello que hay en nuestros procesos internos sea reflejado de forma centrífuga a través de nuestro cuerpo y puesto en escena por éste, con lo cual nuestro organismo deberá tomar la forma correcta que precisamos para expresar nuestras necesidades y emociones. Todo esto va a comportar un cambio en nuestra postura corporal, en nuestra biodinámica y el músculo es el instrumento de nuestra expresión psico-corporal y una parte indisociable de todos los procesos, deseos o rechazos que la generan.
La Kinesiología es un método integral para valorar los diferentes campos que componen el cuerpo del ser humano: Estructural, Bioquímico-orgánico, Emocional y Energético; nos ofrece la posibilidad de evaluar, a través de una respuesta múscular, si en alguno de estos campos existe alguna disfunción o desequilibrio para poder así prevenir trastornos o corregirlos con la terapia más adecuada para el paciente.
Esta disciplina terapéutica nació en la década de los 30, aunque fue George Goodheart, 30 años más tarde, quién estableció las bases de lo que hoy se conoce como Kinesiología, y que desde entonces no ha parado de evolucionar. En algunos países como E.E.U.U., Australia o Nueva Zelanda, se considera una profesión con entidad propia y con peso suficiente como para ser mucho más que un complemento al diagnóstico o terapéutico.